Esta
entrada la dedicaré a hablar de la
acción tutorial y mi experiencia ligada a ella.
Echando
la vista atrás a mis años de estudiante, recuerdo varios profesores que fueron
tutores míos en el colegio, tanto en primaria como en secundaria (algunos con más
y otros con menos cariño). Entre todos ellos destaca positivamente una tutora
Cristina O. V. que a su vez, era profesora de Lengua, Historia y Ética.
Recuerdo
como para explicarnos el temario oportuno del día primero nos preguntaba cómo
estábamos y nos daba turno de palabra si queríamos comentar algo breve en los
primeros minutos de la clase, mientras ella se ponía su bata de profesora (en
secundaria también la usaba, si ¡en secundaria y con bata!; recuerdo el día que
nos explico una a una sus razones para seguir llevándola). Si nadie sacaba tema de conversación, ella
nos sorprendía con algún comentario sobre alguna noticia que acababa de ver esa
misma mañana en el periódico, o oído por la radio. Nos hablaba de su mascota,
ocasionalmente de su familia o algún amigo, celebraba su cumpleaños con
nosotros – nos traía alguna chuchería a clase - … al fin y al cabo considero
que nos intentaba hacer partícipe de su vida. Contaba con nosotros, nos decía que aprendía mucho de nosotros, sus
alumnos, y eso es chocante cuando eres niño/adolescente y crees que eres tu
quien realmente va al colegio a eso, a aprender del profesor y no viceversa).
Cristina
se involucraba en nuestro aprendizaje, nos presentaba a concursos literarios,
de dibujo, hacíamos excursiones culturales… Tenía la comunicación correcta y
necesaria con nuestros padres, de vez en cuando hacía tutorías con ellos y
fijaban sus citas a través de nuestra agenda.
Nos
enseñaba valores (especialmente en la clase de ética), y relacionaba sus
explicaciones con cosas cercanas a nosotros, con anuncios de prensa, con
películas, cuentos y moralejas…
Era
simpática, cercana y accesible, y creo que realmente eso era lo que hacía que
la tuviéramos tanto cariño.
Sinceramente, si algún día llegara a trabajar
en un centro educativo (que espero que así sea), me gustaría que mis alumnos me
recordaran de una forma muy similar porque inconscientemente, ella ha sido un
modelo para mí.
¿Cómo recuerdas tú a tus profesores? ¿Verdad
que a todos nos viene a la mente alguno más especial?
Paola Alemán
Hola Paola! :)
ResponderEliminarDespués de leer tu experiencia con la acción tutorial recibida durante el instituto, tengo que decir que me da bastante envidia. Ojalá yo hubiera tenido una tutora tan cercana y motivadora como la tuya.
Saludos!
Qué bonito Paola! tenías una gran profe! y eso de verdad que es genial :)
ResponderEliminar(la foto me encanta, yo también la había usado jaja)
La verdad que recuerdo profesores mejores que otros por cómo explicaban, por cómo captaban mi atención, pero ninguno por la acción tutorial. Mi experiencia en ese sentido ha sido un poco nefasta :/
ResponderEliminarHola Paola!
ResponderEliminarQué bien que tengas ese recuerdo de tu tutora... Yo también tuve una tutora que me marcó sobre todo, como bien dices tu, porque era simpática, cercana y accesible. Sin duda son cualidades importantísimas para llegar a los alumnos.
Un saludo!